París en Invierno

    PARÍS EN INVIERNO bandera-francia-2

Idioma: Francés

Moneda: Euro

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París es la capital de Francia y su ciudad más poblada, se encuentra situada al norte del país y es atravesada por el conocido río Sena.

París tiene muchos sobrenombres, entre ellos el más famoso es el de «Ciudad de la Luz» (la Ville Lumière), pero no es el único, también se la conoce por todo el mundo como  la ciudad del amor, la capital de la modernidad y la ciudad de la moda. Tres apodos que delatan la visión idealizada que se tiene de esta ciudad.

Y qué mejor destino para organizar mi primer viaje en solitario con mi novio, muy típico quizá pero me parecía el escenario perfecto para una primera toma de contacto viajando juntos. Lo cierto es que a mí siempre me gusta viajar con todo muy bien organizado, con cualquier tipo de imprevisto siempre cubierto aunque siempre dejando algo de tiempo libre para personalizar un poco el viaje.

París es una ciudad que encandila, o por lo menos a mí me tiene enamorada. Yo ya había estado en un par de ocasiones y por eso, en esta ocasión, decidí organizar yo el viaje sin necesidad de contratar ninguna agencia. Es cierto que al ser una ciudad europea me da menos miedito viajar un poco por mi cuenta.

Preparativos

Una vez elegido el destino, lo primero que hice fue buscar el hotel. Quería un hotel que no fuera muy caro (ya que París es muy caro per se) pero que a la vez fuera céntrico (porque sólo íbamos a ir tres días y no quería gastar mucho tiempo en desplazamientos) y acogedor (mucho, ¿no? jajaja). Siempre que busco hoteles o vuelos intento que me salga económico así que la primera opción es buscar en kayak, trivago, en booking y páginas del estilo. Pero como no encontré ninguno barato que se adaptara a mis exigencias y tampoco quería que el hotel fuera cutre porque era un regalo de cumpleaños para mi chico… (al final a mí siempre me pasa lo mismo, empiezo buscando la opción más económica y al final rara vez la cojo…) pues me decanté por el hotel Lumen Paris Louvre en la calle 15 Rue des Pyramides (unos 160 euros/noche con desayuno tipo buffet incluido).

¡Perfecto! Ya teníamos el hotel jajaja. Coger el vuelo era sólo cuestión de tiempo y de encontrar alguna oferta. Finalmente conseguí el vuelo por unos 60 euros ida y vuelta (normalmente es bastante sencillo encontrar un vuelo asequible).

Ya solo quedaba esperar a que llegara el día del cumpleaños para darle la sorpresa. Fabriqué una maletita de viaje, la decoré con goma eva y metí dentro los billetes de avión y la reserva del hotel. ¡Quedó monísima jajajaja y a él le hizo muchísima ilusión!.

 

Día 1 (2/1/15)

¡Empieza la aventura! jajaja. Cogimos el vuelo en el aeropuerto de Barajas a las 7:15 de la mañana y llegamos al aeropuerto de París a las 9:30. En el aeropuerto nos estaba esperando un transfer privado que habíamos reservado desde Madrid que nos dejó en la puerta del hotel (pág. web: civitatis, el traslado nos costó unos 65 euros, es caro, pero la verdad es que ganas en tranquilidad. Es una empresa seria, nosotros la hemos utilizado en varias ocasiones, muy previsores y puntuales).

En la página web del hotel indicaban que la hora para realizar el check in y poder entrar en la habitación eran las 12:00, llegamos sobre las 10:00 y no nos pusieron ninguna pega para utilizar la habitación, además el recepcionista hablaba perfectamente español así que estupendo.

Comenzamos viendo lo que teníamos más cerca: el museo del Louvre, no llegamos a entrar porque el tiempo era muy limitado y teníamos que ver lo máximo posible. Recomiendo que, si tenéis tiempo, paséis a echar una ojeada. En su interior alberga obras de arte mundialmente conocidas img_0375como La Gioconda de Leonardo Da Vinci, la Venus de Milo y la Victoria alada de Samotracia.

Muy importante a la hora de evitar colas es agenciarse el París Museum Pass, que te da acceso a más de 60 monumentos y museos en París y, lógicamente, sale mucho más barato que comprar entradas individuales, muy recomendable.

Recorrimos los jardines de las Tullerías y nos desviamos para buscar una Boulangerie donde comprar algo para desayunar. París es una ciudad para callejear, soy de las que opina que hay que patearse la ciudad porque es así como realmente ves cómo funciona la vida allí, es cierto que la red de metro es muy completa y te cubre toda la ciudad pero de verdad que la mejor forma de visitar París es recorrerla a pie, se te hace muy ameno y tiene su encanto (ver al típico parisino con la barra de pan bajo el brazo, ver el lujo de las tiendas, pasear entre las perfumerías, ver a los artistas callejeros, bohemios…). Empezamos a buscar alguna pastelería que llamase nuestra atención (hay muchísimas jajaja) y finalmente… nos decantamos por “Boulangerie Julien“, nos compramos dos croissants y un croque monsieur (una especie de sándwich mixto con bechamel y queso fundido por encima mmmm).

Volvimos a reencauzar nuestro camino y llegamos a la plaza de la Concordia, donde se encuentra el obelisco de Lúxor (lugar de ejecuciones durante la Revolución Francesa).

Siguiendo el mismo camino llegaríamos a los Campos Elíseos, pues en el primer tramo nos topamos con un mercadillo navideño. A mí me encantan los mercadillos navideños así que nos tuvimos que detener a comprar una tacita de vino caliente, a disfrutar del ambiente y a curiosear los puestecitos. Compramos algunos recuerdos para familiares y amigos y proseguimos nuestro camino.

Los Campos Elíseos es la avenida más concurrida y famosa de París. Tienes todo tipo de tiendas de lujo, almacenes, restaurantes (como el paseo de la castellana o la gran vía de Madrid) y al final vislumbrábamos el Arco del Triunfo en la plaza “Charles de Gaulle”. Es un paseo muy agradable a pesar de  tener una longitud de 1910 metros.

¡Y por fin llegamos al ansiado Arco del Triunfo!.  Es, junto a la Torre img_0443Eiffel, el monumento más representativo de París así que la visita es obligada y, como es lógico, hay siempre mucha gente por eso es recomendable lo que os he dicho antes de agenciarse el París Museum Pass para evitarte las colas. Siempre hay policía vigilando alrededor porque la rotonda en la que se encuentra el monumento es peligrosa ya que hay continuamente coches por eso hay un túnel subterráneo por el que se puede acceder. Nosotros para la foto que veis nos tuvimos que jugar la vida jajajaja. En la base del arco se encuentra la famosa Tumba del Soldado Desconocido donde arde la llama eterna, es un monumento que se erigió para conmemorar a los caídos anónimos durante la primera Guerra Mundial. Aunque es cierto que la altura no es la misma que la de la Torre Eiffel, las vistas no son menos impresionantes en absoluto. Ver el dinamismo de París con la confluencia de doce de sus principales avenidas es todo un espectáculo.

img_0783La siguiente parada era, cómo no, la Torre Eiffel. Es un espectáculo la mires por donde la mires, desde los campos de Marte, desde el Trocadero o desde la azotea de las Galerías Lafayette. Nos sorprendió saber que el color de la Torre Eiffel cambia cada cinco años y que son los propios visitantes los que votan en el primer piso de la misma para elegirlo. Para acceder hay tres ascensores que te suben a la primera y segunda planta. Para subir a la tercera planta hay que cambiar de ascensor en la segunda planta, otra opción es subir por las escaleras hasta el segundo piso. Nosotros subimos sólo hasta el segundo piso porque tengo vértigo jajajaja y ya desde el segundo casi me dio un pasmo, pero las vistas compensaban mis miedos. Una vez abajo nos dedicamos a comprar regalitos ya que alrededor de la base de la torre Eiffel hay muchísimos puestos, nosotros regateamos pero es verdad que no bajan mucho los precios. Luego dimos un paseo por los campos de Marte y emprendimos el camino de vuelta al hotel.

Antes de llegar al hotel nos desviamos para ver dos monumentos: la iglesia de la Madeleine (es una iglesia neoclásica que recuerda a la Antigua Grecia, muy interesante de ver ya que es diferente de todos los templos de París, sobre todo por su estructura exterior) y saliendo del Louvre por la avenida de la Ópera llegaréis al Palacio Garnier o Palacio de la Ópera, lugar en el que se inspiró Oscar Wilde para escribir “El fantasma de la Ópera”, merece la pena dejarse caer y visitar la ópera por dentro (terciopelo rojo y lujo).

img_0519Llegamos al hotel nos dimos una ducha y… ahora venía otra de las sorpresas del viaje: cena crucero en el Bateau Mouche recorriendo el Sena, visita de los principales monumentos parisinos iluminados con parada en la Torre Eiffel y espectáculo en el Moulin Rouge con una copa de champán, lo reservamos con Civitatis. La verdad es que fue caro, pero bueno un día es un día (unos 180 euros/persona). Nos recogió un autobús en la puerta del hotel y nos llevó hasta el crucero. La cena la verdad es que no fue escasa y estuvo bastante bien (todos los platos parecían de diseño, lo malo era que sólo te incluía una copa de vino o una botella de agua diminuta. El truco es pedir una jarra de agua porque no te cobraban nada, si pedías una botella podías alucinar con los precios). El crucero fue muy agradable, es precioso ver una panorámica desde el Sena de París iluminado. Hay que ver el París nocturno, sino es en un crucero, hay que hacerlo andando, es taaaaaan bonito.img_1667

El espectáculo del Moulin Rouge es, en mi opinión, algo que hay que ver una vez en la vida. No quiero desvelar las sorpresas que tienen preparadas porque se perdería toda la gracia. Si habéis visto la película de Moulin Rouge os podríais hacer una idea, arte, lujuria, erotismo, deseo y amor todo mezclado en la misma coctelera y servido en un escenario en pleno Barrio Rojo parisino.  De verdad que recomiendo encarecidamente verlo al menos una vez, no dejará indiferente a nadie. Había unas colas interminables, nosotros al tenerlo reservado la verdad es que sin problema. Pero es cierto que sin reserva es casi imposible entrar. Al acabar el autobús nos recogió a la puerta del Moulin Rouge y nos volvió a dejar en la puerta del hotel, muy cómodo, más a esas horas y con el cansancio que teníamos ya de todo el día. Y así terminó nuestro intensísimo primer día en París.

 

Día 2 (3/1/15)

img_0686Bueno, segundo día en París, a por él. Nos levantamos prontito, cargamos bien las pilas con un estupendo desayuno buffet en el hotel y nos fuimos derechitos al metro para llegar hasta el funicular que sube a la basílica del Sacre Coeur en Montmatre (parada Anvers). El billete del funicular no es caro (1,80 eur/persona), yo creo que merece la pena pagarlo, también hay gente que decide subir andando, son casi 200 escalones.

En Montmatre, es visita obligada la Place du Tertre. Es una plaza muy pintoresca y muy bohemia de París en la que te sorprenderá encontrar a muchos artistas completando sus obras y vendiéndolas, arte callejero muy propio de finales del siglo XIX y principios del XX. Merece la pena dar una vueltecilla y observar el ambiente. Alrededor de la plaza hay muchos restaurantes en los que te puedes tomar el vermut jajaja.

Nuestra siguiente parada fue la famosísima catedral de Notre Dame. Por lo que leímos antes de visitarla, contaba con nada menos que 20 campanas para hacerse notar en París pero que por necesidades de material en la Revolución Francesa tuvo que utilizarse el metal para hacer cañones a excepción de una que todavía se conserva. img_0718Ha sido fuente de inspiración para pintores, escritores y directores de cine. A lo largo de todo el post creo que estoy recomendando todo lo que hice jajajaja pero de verdad que, una vez más, es necesario subir y ver la panorámica de París como si fueras una de sus gárgolas. En su interior hay un órgano que es una obra de arte, hay muchísima luminosidad porque tiene unos ventanales enormes y las vidrieras son preciosas.

Vista la catedral, nos decidimos a buscar alguna brasserie donde poder comer. En el barrio latino hay mil, y con precios muy asequibles. Exactamente no recuerdo el nombre de la fuimos, pero ese mismo día en el hotel si queréis podéis buscar alguna que os convenza o dar una vuelta por el barrio latino y entrar a la que más se ajuste a vuestras exigencias. La verdad es que comimos muy bien jajaja nos decidimos por un par de fondues de queso y de carne y fue todo un acierto.

img_0720Y cómo no íbamos a visitar el Pont des Arts jajaja, es famoso porque todos los enamorados acudían a poner un candado con sus nombres o sus fechas. Tanto éxito tiene que debido al peso de los candados peligraba la estructura del puente, por lo que creo que en junio de 2015 se cortaron todos los candados y se ha acristalado. Con lo cual, el que pusimos nosotros ya no estará. Pero bueno si os hace mucha ilusión ponerlo creo que ahora se han agenciado el Pont Neuf para seguir con la tradición, cómo somos los turistas jajajaja.

De ahí, y ya es la última parada de hoy, fuimos a las Galerías Lafayette. img_0754Es un centro comercial enorme en el que puedes encontrar casi cualquier cosa, pero nosotros a lo que íbamos era al último piso, en el que tienen un mirador que al anochecer te ofrece una de las mejores vistas de París. Muy romántico, además si llegas relativamente pronto no hay mucha gente y puedes coger un sitio privilegiado para hacer unas buenas fotos.

Y aquí termina nuestra segunda jornada por París, la verdad es que estábamos reventados jajajaja así que nos fuimos andando hasta el hotel y a dormir para poder levantarnos pronto al día siguiente y aprovechar el máximo porque nuestro vuelo salía a las 21:00 pero el coche del que os hablé al principio venía a recogernos a las 18:00.

 

Día 3 (4/1/15)

Jooooo nuestro último día en París… 🙁 No queríamos que se acabase, la verdad es que fue poco tiempo pero muy intenso y nos quedamos con ganas de más, pero hay que adaptase a los horarios de trabajo y al bolsillo jajaja.

img_0771Nuestra última mañana en París la invertimos en visitar Los Inválidos. Llegamos atravesando el Puente de Alexandre III, hay algunos que lo retratan como el más bonito de París, no digo más jajaja.

Originariamente fue creado como residencia para soldados y militares retirados y alberga en su interior el Mausoleo de Napoleón y el Museo del Ejército, con sus cañoncitos y sus fotos antiguas.  Al salir, volvimos andado a la Torre Eiffel para despedirnos y al regresar paramos en el mercadillo navideño para comer.

Si tenéis algo más de tiempo jajaja os podéis acercar por Disneyland París, o visitar las catacumbas o el Palacio de Versalles.

Para mí ha sido uno de los viajes más bonitos que he hecho, con el tiempo muy justo sí que es verdad pero es que para mí París es precioso. Me gusta todo, a lo mejor no soy muy objetiva porque es cierto que estoy enamorada de esa pequeña ciudad pero de verdad que si tenéis oportunidad y no lo conocéis merece muchísimo la pena. Espero que os haya gustado y que hayáis sacado algo de provecho de mi experiencia. ¡Gracias y nos vemos en el siguiente post!

 

 

 

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