Yangshuo

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Día 6 y 7 Crucero por el rio Li y Yangshuó.

El día comenzaba temprano puesto que íbamos a ir de Guillin a Yangshuo en barco. Esta es una típica excursión pero era de esas excursiones que por nada del mundo te quieres perder así que por 420 yuanes cada uno pasaríamos 4 horas de travesía disfrutando tranquilamente de los paisajes kársticos a través del río Li.

Como teníamos prisa decidimos desayunar en el hostel, y aunque el desayuno estaba bien era carísimo, 115 yuanes los dos (Nunca pensamos que China iba a ser tan caro).

Nos vinieron a buscar en bus al hostel a nosotros y a una pareja de Barcelona súper majos y con los que volveríamos a hacer coincidir en Pekín, Vero y Dani.


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Ya en el barco nos juntamos los 4 con una familia de Madrid y nos dedicamos a hablar de nuestras experiencias hasta el momento en China. Es gracioso ver como a todos nos pasan las mismas anécdotas y nos sacan de quicio las mismas cosas, lo cual supone un respiro ya que no eres tú, somos todos!!! Jajaja

A la media hora de estar en el barco ya empezamos a ver la maravilla que es el rio Li. Esta sensación sólo me había pasado años atrás cuando visité el Parque Nacional de Iguazú… es un lugar de naturaleza imponente como sacado de un cuento, totalmente irreal y fuera de lo común para mi vista. Era emocionante y estaba viendo en directo lo que hizo que cambiara parte de mi ruta a última hora.

Lo había visto en millones de fotos y ahora lo estaba viendo en directo. El río Li y su esplendor. Las siguientes horas fueron igual o más mágicas porque cada vez las montañas se hacían más escarpadas… además hubo un buen rato que se puso a llover lo cual fue ideal porque solo nos quedamos nosotros en cubierta y resultó aun mas mágico, por esto merece la imponente China un viaje y esto serviría de aperitivo a querer desear volver al sur de China, lleno de lugares tan impresionantes como este.

img_8251                                  A medio camino llegamos a la zona que aparece en los billetes de 20 yuanes.

Llegamos a Yangshuo sobre las 14:30h. Salir del embarcadero no es fácil ya que está lleno de gente con sus maletas así que decidimos usar nuestras mochilas con ruedas de Quechua como mochilas y conseguimos avanzar mucho mas rápido. Nos gusta esta opción porque es súper versátil y te puedes adaptar a todo tipo de terreno, que es liso, tiras de ruedas, que está mas complicado, pues de mochila y la espalda.

Una vez fuera la única manera que tienes de salir de allí y llegar al centro de Yangsuó es en unos cochecitos (tipo de los de golf) que son eléctricos.  Después de comprar el ticket que si no recuerdo mal eran unos 15 yuanes, nos llevaron a nosotros y a la pareja de Barcelona al centro de Yangsuó. Una vez allí a nosotros nos tocó parar un taxi, y fue una tarea verdaderamente imposible así que optamos por un taxi pirata con el que acordamos 50 yuanes.

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Nuestro alojamiento no estaba en el propio Yangshuo si no a las afueras en una zona muy tranquila y muy accesible para mañana hacer la rutilla en bici que queríamos hacer (en Moon Hill). El Yangshuó Village Inn es un pequeño hotelito rural que tiene habitaciones normales y habitaciones en una casa de labranza decoradas en un estilo Han tradicional y fue en esa en la que decidimos alojarnos, era un poco mas cara pero era encantadora, toda de madera es un lugar eco friendly tanto en los sistemas de agua y cisternas.

El día se estaba poniendo un poco feo y teníamos un hambre feroz ya que habíamos comido un poco de arroz en el barco así que decidimos ducharnos, descansar un poco y subir a cenar al restaurante Luna, restaurante italiano, que está en la azotea del hotel y que recomendaba encarecidamente la Lonely Planet. Había ya ganas de comida occidental!!!! Que rico me supo esos espagueti carbonara y esa pizza de atún, mmmm y las vistas a la colina de la luna no podían ser mejores. Un sitio de 10 tanto el hotel rural como el restaurante.

Y como somos unos guays decidimos usar el servicio de masajes en la habitación y por 135 yuanes por persona (si, no es tan barato como en la calle), nos hicieron un masaje de una hora en la cama de nuestra habitación así que cuando acabó, las pagamos y nos dejamos caer muertos y dormir hasta el día siguiente…

En nuestro segundo día en Yangshuo teníamos claro que queríamos hacer: alquilar una bici y dedicarnos el día a explorar la zona. En el Yangshuo Village Inn alquilaban bicis así que era perfecto. Parecía que iba a llover así que nos cogimos unos chubasqueros por si acaso pero al final resultó un día perfecto.

Compramos un mapa en la recepción y la chica nos contó las posibles rutas que podíamos hacer. Nos marcamos en google maps (la VPN iba como un tiro) algún sitio de paso que google maps si reconocía y ale, al lío.

Hay que destacar que no es fácil seguir la ruta ya que el mapa que te dan no coincide muy bien con google maps y mucho menos con el terreno en sí, pero sabíamos que teníamos que seguir el río Yulong (un río de similares características que el río Li pero con menos caudal con lo cual solo se puede navegar con balsas de bambú, que era un objetivo del día pero que finalmente desechamos ya que estaba demasiado masificado).

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Después de perdernos varias veces decidimos seguir el camino que fuera pero en paralelo al río y así empezamos.
Al principio hay un pequeño tramo de carril bici que va por la carretera principal pero llegados a un punto tienes que coger otra carretera más estrecha y desviarte de la principal.

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Como teníamos ya hambre y estábamos cruzando un pueblo decidimos parar a comer algo antes de seguir la ruta, ya que nos faltaba muchísimo para llegar al último puente y volver y teníamos que reponer fuerzas. Después de desechar varios restaurantes locales, paramos en lo que parecía que iba a ser el último antes de salir del pueblo. Era una especia de chiringuito con la cocina en la calle muy chulo donde podías ver cómo te hacían la comida, e incluso podías ver como mataban a un pollo que en cuestión de minutos estaba ya salteándose al wok, más fresco no podía ser jaja.dsc01299

Nosotros pedimos un par de platos de arroz y unas Coca-Colas. Era de esos sitios donde no pasa ni un turista,  donde la carta está totalmente en chino y donde puedes interactuar mas con los locales ya que no llevan ese estrés del turista y te atienden súper amables a la vez que curiosos. Esos sitios son los mejores!!!! Pagamos 40 yuanes.

Llega un momento que esta carretera empieza a desaparecer a favor de un camino de tierra que como había estado lloviendo esa misma noche, estaba lleno de charcos, pero nos da igual!!! Mejor aún, los turistas ya no se meten por ahí y estaríamos solos disfrutando del paisaje. Era inevitable sentirme como si estuviera dentro de la película de Avatar y eso que el parque de Zhangjiajie está a unos 700 km al norte de Yangsuó (que es la zona que inspiró a James Cameron para crear pandora y un lugar al quiero ir si o si).

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Esta parte fue nuestra favorita, pasear con la bici mientras atravesábamos campos de arroz, viendo como los agricultores trabajaban y con las montañas kársticas y el rio a nuestro alrededor.

Nos salimos mil veces del camino, lo volvimos a encontrar otras mil y cuando llegamos al pueblo donde estaba ese último puente al que teníamos que llegar fue maravilloso pero necesitábamos una cervecita para rehidratarnos, estábamos empapados en sudor y barro!!! Cuando llegas allí intentan persuadirte de alquilar una balsa de bambú y aunque yo me vi tentada varias veces para hacer parte del recorrido así Félix me convenció de que era demasiado caro y demasiado turístico, hubiera sido muy bonito pero estando tu solo por el rio, no con tantísima gente, además nos pedían una pasta y no estábamos dispuestos a pagarlo. Así que nos sentamos en un bar y pedimos una cerveza local (como me gusta la Tsingao) y un sevenUp nos costó 16 yuanes. Solíamos pedir esto para mezclarlo tipo caña con limón.

Poco más de media hora de descanso y vuelta a la bici, nos quedaba la mitad de trayecto pero esta vez sería más fácil ya que en la otra orilla el camino se intuía algo mejor.

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Según el mapa en un momento determinado tendríamos que cruzar un río por un puente (el cual estaba dibujado en el mapa). Cuando llegamos allí vimos que no había ningún mapa, el camino acababa allí y no habíamos pasado ningún desvío antes con lo cual la única manera que
teníamos de cruzarlo era en balsa de bambú. No podíamos retroceder porque no sabíamos si encontraríamos otra manera de cruzar y hacia mucho que habíamos visto el desvío para el anterior puente así que decidimos hacerlo así. Como con balsa de bambú  es la única manera de cruzarlo y los señores de allí lo saben exageran el precio del “peaje” y nos cobraron sin opción a regateo 40 yuanes por cruzar los dos con las dos bicicletas, así que al lío, al final el destino quiso que montara en balsa de bambú y fue bastante divertido.

Una vez cruzado el río ya enseguida nos encontramos con camino asfaltado y ya fue muy rápido llegar a la civilización. Al poco estábamos ya en el carril bici y llegando a casa. Estábamos reventados y llenos de mierda jajaja pero había sido un día para no olvidar. Nos tomamos algo para refrescarnos en la terracita del hotel, ducha y no lo pensamos mas, subimos al restaurante luna a pegarnos un buen homenaje, nos lo habíamos merecido.

 

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